El mantenimiento de piscinas en invierno es fundamental para proteger tu instalación durante los meses fríos y asegurarte de que, cuando llegue el verano, la puesta en marcha sea sencilla y económica. Aunque la piscina no se utilice, el agua y los equipos siguen necesitando cuidados para evitar la aparición de algas, el deterioro de los materiales o posibles averías en el sistema de filtración. Con unos pocos pasos bien planificados es posible mantener la piscina en perfecto estado hasta la siguiente temporada.
Importancia del mantenimiento de piscinas en invierno
Mantener la piscina en invierno no solo evita daños, también ayuda a ahorrar agua, productos químicos y tiempo. Una piscina correctamente invernada conserva el agua en mejores condiciones, previene la proliferación de microorganismos y protege revestimientos, escaleras y depuradora. Además, un buen mantenimiento invernal evita sorpresas desagradables cuando llegue el momento de usarla de nuevo y reduce costes de reparación o limpieza profunda. En definitiva, se trata de una inversión en tranquilidad y durabilidad.
Preparación del agua antes del invierno
Antes de aplicar cualquier producto es necesario dejar la piscina completamente limpia para que el tratamiento actúe de forma correcta.
Limpieza previa
Conviene retirar hojas y suciedad con un recogehojas, pasar el limpiafondos y cepillar paredes y línea de flotación. Una piscina limpia facilita que el invernador cumpla su función y evita que la suciedad permanezca en el fondo durante meses.
Ajuste del pH
El pH debe mantenerse entre 7,2 y 7,6 para que el agua se mantenga estable. Un pH equilibrado evita corrosiones, incrustaciones y la pérdida de eficacia de los productos químicos, así que es recomendable revisarlo antes de añadir el tratamiento de invierno.
Aplicación del invernador
El siguiente paso es añadir un producto de invernaje que evite algas, bacterias y malos olores. Normalmente basta con una aplicación al inicio del invierno y una segunda a mitad de temporada si las temperaturas son suaves o si la piscina recibe mucha luz.
Nivel del agua y preparación de la instalación
El nivel del agua depende del tipo de invernaje elegido. Si se realiza un invernaje pasivo, se suele bajar el agua por debajo de los skimmers para proteger el sistema de filtración. En un invernaje activo, el nivel se mantiene como en verano porque la depuradora funciona de forma puntual.
También es importante revisar las tuberías para evitar posibles congelaciones, hacer una limpieza básica de bomba y filtro y retirar accesorios como escaleras o duchas para guardarlos limpios y secos.
Invernaje activo y pasivo: cuál elegir
Existen dos formas principales de preparar tu piscina para el invierno, y elegir la adecuada dependerá del clima de tu zona y del uso que quieras darle durante estos meses.
Invernaje activo
En este método la depuradora funciona unas horas a la semana para mantener el agua en movimiento. Es una opción muy práctica en zonas de clima templado, ya que reduce el riesgo de heladas y mantiene el agua en mejores condiciones sin grandes esfuerzos.
Invernaje pasivo
En las zonas más frías se suele optar por este sistema, que consiste en detener completamente la depuración durante los meses de invierno. Para hacerlo correctamente basta con bajar el nivel del agua, aplicar el invernador y asegurarse de que las tuberías y equipos quedan protegidos del frío.
La utilidad de la cubierta de invierno
La cubierta es un elemento clave del mantenimiento de piscinas en invierno, ya que evita que caigan hojas, suciedad o insectos y ayuda a conservar el agua durante más tiempo. También reduce la evaporación y mantiene la temperatura más estable, lo que facilita el trabajo del invernador. Una cubierta bien instalada es una de las mejores herramientas para mantener la piscina en buen estado durante toda la temporada de invierno.
Revisión periódica durante el invierno
Aunque la piscina esté cubierta, es recomendable revisarla cada pocas semanas. Basta con comprobar el estado del pH, asegurarse de que la cubierta está bien ajustada y retirar el agua acumulada sobre la lona para evitar tensiones. Estas revisiones rápidas ayudan a mantener el agua estable y evitan imprevistos cuando llegue el momento de abrir la piscina.
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